sábado, 23 de marzo de 2013

LA EVOLUCIÓN SURCANDO LAS AGUAS




Alejandro Alcalá y Jezabel Martínez – Proyecto de Investigación


Este año como otros muchos, el instituto Santa Emerenciana con motivo de la semana cultural realiza una revista con la colaboración de alumnos y profesores. En esta ocasión el tema  de dicha revista es el agua y en nuestro trabajo vamos a hablar de cómo gracias al agua de mares y océanos, Darwin pudo realizar el viaje en el Beagle y descubrir el origen de las especies, como titula su libro, y la evolución de plantas, animales y humanos.

Gracias al agua de mares y océanos, Darwin pudo realizar el viaje en el Beagle y descubrir el origen de las especies, como titula a su libro, y la evolución de plantas, animales y humanos. Este viaje consta de varia etapas, comenzando el 27 de diciembre de 1831 con la salida desde el puerto de Devon Port, después de un mes de retraso, con 76 tripulantes y al mando del capitán FitzRoy. El objetivo de este viaje era recoger datos cartográficos y actualizar los mapas. Su primera parada prevista eran las Islas Canarias pero por miedo a que llevaran el cólera, las autoridades locales impidieron su paso  y decidieron poner rumbo hacia Cabo Verde. Las primeras investigaciones de Darwin en tierra comienzan en la isla de San-Lago donde le llamó la atención una faja que estaba llena de fósiles de caracoles marinos. La próxima parada fue en Bahía en Río de Janeiro donde le llamó la atención de la selva brasileña, el ruido de los insectos y las rocas graníticas de origen marino. Continuando el trayecto hacia Rio de Janeiro pasan por las islas Abrolhos donde el agua tiene un color castaño-rojizo por las pequeñas plántulas denominadas “serrín de mar”.

A principios de Abril llegan a Rio de Janeiro, allí Darwin exploró sus alrededores a caballo y recogiendo muestras de plantas, animales e insectos. De estas muestras encuentra cierto parecido a las especies de Inglaterra. La siguiente parada tuvo lugar en Montevideo y Buenos Aires el 5 de Julio de 1832, en cuyos alrededores encuentra animales extraños como roedores ciegos y recolectó fósiles en Punta Alta de especies extinguidas como el Mylodon, Toxodon… con los que empieza a dudar de la inmutabilidad de las especies. En Buenos Aires aprovechó para su tiempo libre y enviar su segundo catálogo de muestras recopiladas durante el viaje. Después de esta estancia se dirigen a Tierra de Fuego donde el clima es muy duro y revuelto y está cubierto por selvas desiertas. Entre las islas Malvinas y el continente americano Darwin nota que existen especies similares adaptadas a diferentes medios.
El 6 de Abril ponen rumbo a la costa este de Suramérica pero el 26 regresan a Montevideo en donde Darwin recogió especies de aves, reptiles y algunos cuadrúpedos los cuales manda en su tercer catálogo. El 6 de Diciembre, el Beagle zarpa definitivamente de Montevideo poniendo rumbo hacia Puerto Deseado en Argentina en el cual solo hay algunos cactus, matorrales, lagartos y aves debido a su aridez. El 9 de Enero de 1934, el barco hace escala en el puerto de San Julián en el que encontró un esqueleto de Macrauchenia patachonica cuyos huesos del cuello se parecen a los de la llama. El 23 de Julio llega a Valparaíso donde Darwin envía su cuarto lote a Inglaterra. En la Bahía de San Carlos descubre una especie de enorme ruibarbo agreste, laureles odoríferos… En Diciembre llegan al archipiélago de Chonos en la que encontró huellas que prueban la existencia de seres humanos en ese lugar deshabitado. El 8 de Febrero de 1835 llegan a Valdivia en el que observó fragmentos de roca cubiertos de restos marinos desplazados lejos de la costa debido al temblor de un terremoto. En Valparaíso le sorprende la diferencia de la fauna y la flora entre las vertientes montañosas del Pacífico y el Atlántico. Ya en Perú, envió otro ejemplar. Una de las paradas más importantes de este viaje fue la visita a las islas Galápagos, el suelo de estas es de origen volcánico y apenas se encuentra vegetación, algún cactus y hiervas enfermizas, sin embargo numerosas tortugas gigantes de unos 100 kilos y lagartos negros acuáticos de unos cuatro pies de longitud habitan allí. También una multitud de pinzones con pequeñas diferencias dependiendo de la isla. Darwin comprenderá que el aislamiento de estas aves en las islas ha generado variaciones probablemente ligadas a diferentes modos de vida y costumbres alimentarias aunque provengan de una única población de origen continental. Este descubrimiento, entre otros, contribuirá a elaborar su teoría de la selección natural y a evidenciar el mecanismo por el cual las especies evolucionan adaptándose a su medio ambiente.
El 15 de noviembre llegan a Tahití, este paisaje se caracteriza por montañas boscosas llenas de precipicios, barrancos y cascadas y en la que abundan las plantas salvajes tropicales. En cuanto a la fauna y la lista de los animales terrestres en las islas Cocos, es aún más limitada que la de las plantas. Sin embargo, Darwin registra una especie de rata originaria de la isla Mauricio, tortugas, algunas aves, cangrejos, un pequeño lagarto, trece especies de insectos y numerosas arañas. El 31 de mayo de 1836 el Beagle llega al Cabo de Buena Esperanza donde descubren un paisaje deprimente.
En julio llega a Santa Elena, donde Darwin registra antiguas especies de caracoles terrestres, según él la extinción de estos se debe a la introducción en el isla de cerdos y cabras. El 19, la tripulación inicia su regreso definitivo a Inglaterra que será entrecortado por dos muy breves escalas en los archipiélagos de Cabo Verde y de  las Azores. El 2 de octubre de 1836, el Beagle entra en el puerto inglés de Falmouth tras un periplo de cuatro años, nueve meses y cinco días.
Después de este excepcional viaje alrededor del mundo, Charles Darwin se instala en Londres y se casa el 29 de enero de 1839. Más tarde el matrimonio se traslada a Down House, la casa del naturalista y su familia en Downe, municipio situado en el distrito londinense de Bromley. Tendrá diez hijos con su esposa, Emma Wedgwood. Publica su diario de viaje, conocido como El viaje del Beagle. Durante el verano de 1858, el naturalista Alfred Wallace le envía, para conocer su opinión, un proyecto de artículo en el que expone esencialmente las ideas que Darwin había formulado, desde hacía mucho tiempo, pero que no había publicado todavía. Este acontecimiento acelera la publicación de El origen de las especies en 1859, obra que obtiene un éxito inmediato. Al exponer el mecanismo por el cual las especies evolucionan adaptándose a su medio ambiente, esta obra pone en tela de juicio el dogma religioso de la Creación y provoca una fuerte polémica, que sigue generando, en la actualidad, debates animados en la sociedad.

lunes, 11 de marzo de 2013

EL AGUA ES LA SANGRE DE LA NATURALEZA

EL AGUA ES LA SANGRE DE LA NATURALEZA
Andrés Alegre Cortés
Álvaro Cavero Punter
Rubén Garzarán Ariño
Ignacio Giménez Alba
PRIN: EVOLUCIÓN Y PENSAMIENTO – 2º de Bachillerato
Los integrantes de este grupo de trabajo hemos realizado este artículo que formará parte de la revista cultural del instituto que este año gira en torno al agua. Hemos considerado que al ser el agua el medio por el cual Alfred Russel Wallace viajó para formular y confirmar sus hipótesis acerca de la evolución, sería interesante realizar un artículo sobre su viaje al archipiélago malayo con algunas de sus vivencias y sus experiencias más destacables.

El agua es un medio exuberante de vida; pero además de ser el primer lugar en el cual se desarrolló la vida y a partir del cual evolucionaron los demás seres que poblarían todo el globo terrestre, es el medio que ha inspirado a numerosos autores para desarrollar su teoría.  El mismo Alfred Russel Wallace desarrolló la mayor parte de su teoría rodeado de este elemento, y dio nombre a la famosa “Línea de Wallace”; un canal de agua profunda que pasaba entre las islas de Célebes, Borneo, Balí y Lombok.
Wallace inició su viaje en el Archipiélago Malayo. En él viajó por las diferentes islas (Banda, Dobbo Malaca, Singapur, Macasar, Borneo, Sumatra…) recogiendo numerosas pruebas que apoyaran su teoría. Una de las pruebas que más le llamó la atención durante su viaje fue el descubrimiento del pez volador de las islas de Arú. Con él quedó muy impresionado ante la adaptación que había sufrido en sus aletas, que se habían especializado para poder saltar por encima del agua con diversos fines, entre ellos, huir de depredadores lo que es un rasgo que le da ventaja frente a otros peces; esto fue una gran prueba recogida en sus investigaciones que afirmaba la evolución. Otra de las pruebas de la evolución que Wallace observó en su viaje por el archipiélago Malayo fue la de los orangutanes en Sumatra y Borneo, que aunque en la mayoría de sus rasgos fueran idénticos, variaban ligeramente entre unos y otros. Esto llevó a Alfred a suponer que quizá esto se debía a que ambas razas en el pasado convivieran juntas, pero que evolucionaron de una forma distinta unos de los otros.
Para poder financiarse estos viajes, Wallace debía vender la gran mayoría de las muestras de animales, plantas y fósiles que iba recogiendo a lo largo de sus expediciones a científicos que requiriesen estas pruebas para sacar conclusiones y elaborar sus teorías. Fue de este modo como Wallace conoció al otro célebre autor de la teoría de la evolución, Charles Robert Darwin; ya que él era uno de sus numerosos proveedores. No obstante, la relación entre ambos era en un principio puramente de negocios, y nunca hablaron de sus respectivas hipótesis, ya que Darwin no tenía en gran estima los conocimientos científicos de Wallace.
Una vez Wallace hubo recogido numerosas pruebas de la evolución en sus viajes, especialmente en el mencionado anteriormente, procedió a la elaboración de su teoría. Mientras tanto, Darwin llevaba años elaborando su propia teoría, sin atreverse a sacarla a la luz. En 1858 Wallace envió su teoría a Darwin, pidiéndole su sincera opinión acerca de ella. Éste se vio entonces en un dilema moral: reconocer los méritos de Wallace o adelantarse a él y publicar su teoría. Este problema lo resolvieron sus amigos y célebres científicos Lyell y Hooker; los cuales publicaron ambas teorías conjuntamente, aunque por separado, en Journal of linnean society, dando de esta forma a conocer la teoría de la evolución al mundo entero.
Junto a Wallace viajaron en sus expediciones otros científicos, los cuales también usaron el medio acuático como transporte para llevar a cabo sus investigaciones; es el caso de su compañero William Henry Edward Bates. Incluso el mismo Charles Darwin viajó alrededor de todo el mundo en el Beagle, recogiendo pruebas a favor de la evolución y convenciéndose a sí mismo de la evidencia del proceso evolutivo.
Wallace se basó en estos autores e influenciado por el libro Vestigios de la Historia Natural de la Creación, de Robert Chambers comenzó a indagar acerca de la evolución y de la idea de selección natural propuesta para la sociedad en el libro de Robert Malthus  Ensayo sobre el principio de la población.
Su teoría fue criticada por naturalistas, zoólogos y teólogos de la época; no obstante hoy en día Alfred Russel Wallace es reconocido por su papel en la ciencia y como activista social.