jueves, 28 de noviembre de 2013

ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

Antropología filosófica de kant
RAQUEL RODILLA    SONIA DOMENE        BEGOÑA SÁNCHEZ
Nosotras hemos investigado sobre Immanuel Kant, filósofo prusiano que nació el 22 de abril de 1724. Estudió matemáticas y física y consiguió de forma paulatina impregnarse de conocimientos filosóficos, llegando a ser un ilustrado muy importante en su época.
Kant concibió al hombre a través de los cuatro interrogantes kantianos. El interrogante más importante es el de ¿qué es el hombre? y se responde con los tres anteriores. Los tres primeros son: ¿qué puedo conocer?, ¿qué debo hacer? y ¿qué cabe esperar?
Las respuestas a estos interrogantes son:
¿Qué puedo conocer?
Para Kant el hombre es un ser que conoce el mundo a través de la experiencia. La ciencia  puede mostrarnos todos los fenómenos, es decir, lo que se nuestra a la sensibilidad humana, pero no conoce ni la inmortalidad, ni la libertad, ni a Dios, ni el deber moral, asuntos éstos que sin embargo, siguen formando parte de las inquietudes que definen al ser humano.
¿Qué debo hacer?
Como decimos, ciencia no puede decirme qué debo hacer. Para eso se tiene que usar la razón de otra manera, es decir, a través de su uso práctico. Las tres formulaciones del imperativo categórico son tres fórmulas racionales para descubrir el deber moral. El sujeto autónomo conoce por su razón el deber y actúa en consecuencia. Por ello para ser autónomos moralmente debemos actuar conforme al deber y por el deber, a esto le llama “mayoría de edad”. Kant hace una crítica a las éticas materiales y piensa que si hacemos “algo”, para conseguir “algo a cambio” no estás actuando por el deber sino conforme al deber, por tanto no eres realmente autónomo. En esa autonomía encuentra Kant la dignidad de nuestras acciones, dignidad que define al ser humano como un fin en sí mismo, nunca un objeto con valor de uso. Ese concepto de dignidad define ahora al ser humano como un ser libre, y va dando así respuesta a la pregunta de ¿qué es el hombre?
¿Qué cabe esperar?
Todos tenemos esperanza de ser felices y para merecerlo deberíamos de ser buenas personas. Postula que aspiramos a la inmortalidad para lograr la perfección moral y la felicidad eterna, es decir, ser libres y asumir el deber y ser felices al mismo tiempo. Esto no responde ni la ciencia ni la ética sino que solo nos lo puede garantizar Dios. La fe del hombre en Dios daría sentido a la vida moral y señala para Kant otro rasgo innegable del hombre, su lado espiritual o religioso.
¿QUÉ ES EL HOMBRE?
Para Kant, el hombre es un ser autónomo que debe usar su razón independientemente y ser libre, para esto se necesita una educación adecuada. A través del pensamiento podemos actuar moralmente para conseguir una vida lo más digna posible y aspirar así a la felicidad.
            Como conclusión Kant nos ofrece una concepción antropológica amplia, que hemos tratado de exponer desde los famosos “interrogantes kantianos”. Quizás lo más importante de todo sea ese concepto de dignidad según el cual hay que tratar a la humanidad como un fin en sí mismo, es decir dotado de conciencia y voluntad libre y nunca como un medio u objeto.