Eva Navarrete, Diego Giménez, Ana María Viera.
En los últimos meses ha resonado y ha estado en boca de muchos el término "Post-verdad", ¿pero realmente sabemos que es lo que se quiere decir cuando lo utilizamos? En rasgos generales podemos decir que marca una era en la que la apariencia de que algo es verdad es más importante que la verdad en sí. Según el diccionario Oxford la "post-verdad" se define como "Relativo a o denotando circunstancias en las que hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública que la apelación a la emoción y a la creencia personal".
Esta
palabra se ha puesto de moda recientemente y, por tanto ha sido elegida como la
palabra del año, ¿pero porqué ha sido tan sonada esta palabra este último año?
Su popularidad se debe a su asociación con el término Brexit y Donald Trump y a
su relación con la frase "política
post-verdad".
Pero
para nuestra reflexión y en acuerdo con su definición, el término post-verdad
también es aplicable al movimiento creacionista, éste defiende una doctrina que
consiste en la creencia de que los seres vivos han surgido de un creador y no
son fruto de la evolución. Esta teoría se conoce hoy en día como “Diseño Inteligente”.
¿Por qué decimos que la post-verdad y el creacionismo se pueden relacionar? Decimos
esto debido a que en los últimos años se ha puesto de moda la aceptación del
creacionismo al ser una postura más fácil de comprender o de creer
emocionalmente que la teoría de la evolución ya que no posee una base
científica compleja y, por tanto, es más fácil de difundir y aceptar que la
teoría de la evolución. Decimos que el creacionismo no tiene base científica
por el hecho de que sus argumentos se fundamentan en la existencia de un Dios o
Creador todo poderoso en sí indemostrable por medio de la ciencia.
Ahora
bien, ¿en qué consiste exactamente el creacionismo? Como hemos dicho antes se
fundamenta en el Diseño Inteligente, y las personas que defienden esta postura
afirman que la complejidad de los organismos no puede ser fruto de la
evolución, sino que es obra de un creador inteligente. Esta postura fue
defendida por William Paley (S. XIX), y de de otra forma la podemos ve en Tomás
de Aquino (S. XIII) y John Ray (S. XVIII) entre otros. Sus actuales
partidarios, parten de la base de considerar la evolución como una simple
teoría.
William
Paley (S.XIX) en su libro "Natural
Theology" defendió el Diseño Inteligente o el creacionismo por medio
de dos argumentos; el primero se basa en que todos los organismo del planeta
están diseñados para un fin; y el segundo, se basa en que la perfección y el
diseño funcional de los organismos sólo pueden ser fruto de un creador
omnipotente e inteligente y no mero fruto del azar.
En
la década de los 90 Michael Behe, William Dembski o Philip Johnson vuelven a
defender el Diseño Inteligente por encima de la selección natural alegando los
mismos argumentos que los autores de otros tiempos, es decir, argumentando que
los organismos tan complejos no pueden ser fruto de la selección natural (que
ellos entienden como mero “azar”) por el simple hecho de que ese proceso de
selección no puede explicar esa complejidad.
Los
defensores del Diseño Inteligente utilizan la complejidad del ojo como un
ejemplo del argumento de la complejidad de los organismos; pero el ejemplo
predilecto la supuesta complejidad irreducible es el del flagelo bacteriano, el
cual, según Behe, está formado por tres partes, y en caso de que una de ellas
falte, el flagelo no puede funcionar, por lo que no podría haber evolucionado
de forma gradual, al no poder funcionar tampoco cada parte por separado.
Ante
esto, los evolucionistas explican cómo una parte del flagelo evolucionó como un
mecanismo para que las bacterias fuesen capaces de inyectar proteínas a través
de la membrana de una célula, por lo que el flagelo no es irreduciblemente
complejo, sino fácilmente explicable como fruto de un proceso gradual de
evolución por selección natural.
Por
lo tanto, ante lo argumentos a favor del creacionismo la ciencia tiene otros
muchos para rebatirlos. Como nos explica F. J. Ayala*1, la teoría de
la evolución es capaz de explicar las imperfecciones y defectos que poseemos
todos los seres vivos, ya que se pueden explicar como un efecto o consecuencia
de la evolución, en cambio, es muy difícil sostener que los seres vivos hemos
sido creados a partir de un Creador perfecto por el hecho de la cantidad de
imperfecciones y defectos que poseeos todos, harían de ese creador un chapucero.
Por lo tanto, los cambios y las ventajas adquiridas, se explican como una
consecuencia de la selección natural que favorece la adaptación.
Algunos creacionistas utilizan el relato bíblico del arca de Noé para explicar la presencia de fósiles en la corteza terrestre. |
Estas
son algunas de las razones por las que es más convincente la teoría de la
evolución que el creacionismo, la existencia de deficiencias, disfunciones,
rarezas y crueldades existentes, las cuales muestran el carácter oportunista y
chapucero de la selección natural. En conclusión, el diseño de los organismos
es disfuncional, extraño y cruel, por lo que no es compatible con la acción de
un Creador o de un Dios todopoderoso.
En
definitiva, podemos decir que el conocimiento de la evolución es indispensable
para establecer relaciones sostenibles con el entorno natural, además, la
biología sin la teoría de la evolución sería un completo sin sentido, por lo
que la teoría de la evolución y la selección natural son las explicaciones que
llevan al verdadero conocimiento del funcionamiento y la existencia de los
organismos y las especies.
Ahora
bien, ¿es totalmente incompatible la ciencia con la religión? No necesariamente,
ya que aunque la ciencia sea una forma de conocimiento no es la única forma de
adquirir conocimiento y de dar sentido a nuestras vidas. Además, si únicamente
observamos el mundo a través de la ciencia obtenemos una imagen incompleta del
mismo, por lo que algunos necesitamos de otros puntos de vista en nuestra vida
para comprender mejor el origen y el funcionamiento de la vida, por lo que
podemos decir que, para muchos, no son incompatibles, ya que ambas buscan la
verdad y tratan de dar sentido a la vida.
Para algunos la evolución es un incomodo compañero de viaje... |
No hay comentarios:
Publicar un comentario