Ainhoa Carmona y Alejenadro Blázquez
Con el objetivo de afianzar nuestros conocimientos en el proceso evolutivo humano, los alumnos de PRIN realizamos un viaje a la ciudad de Burgos el pasado 21 de Marzo de 2016 para visitar el Museo de la Evolución Humana y la sierra de Atapuerca y así conocer más de cerca el temario que hemos estudiado a lo largo de nuestro 2º trimestre, que se ha centrado especialmente en la hominización.
Nuestra primera parada fue en el
Museo. Comenzamos la visita adentrándonos
en el cerebro humano para después acercarnos al Beagle de Darwin, donde nos
explicaron su famosa y revolucionaria teoría de la evolución por selección
natural con el objetivo de prepararnos para conocer la historia de nuestros
antepasados.
Así, llegamos a la siguiente
parte del museo donde encontramos una serie de representaciones a escala real
de los principales homínidos que conforman nuestro árbol evolutivo y que
iniciaron el camino hasta lo que hoy en día somos los seres humanos.
La historia comienza con el Orrorin Tugenensis y el Ardipithecus ramidus en África, que
darían paso a los Austrolpithecus, parte de los cuales pudimos ver en “carne y
hueso” como por ejemplo Lucy, el fósil de Australopithecus
afarensis más famoso. Después de estos, llegaría el género Homo, con una mayor
capacidad mental y manual que les permitió salir de los límites del continente
africano para ir colonizando el resto del mundo. Dentro de este género pudimos
ver también otras representaciones que
van desde el Homo Habilis, hasta el Homo Sapiens, destacando el Homo Antecessor y Heidelbergensis, hallados en la Sierra
de Atapauerca y que podrían representar nuestro
último antepasado común con los Neandertales
y una especie de neandertal primitivo, respectivamente.
Ahora ya podíamos centrarnos en
la Sierra de Atapuerca y sus principales yacimientos: Galería, Gran Dolina, donde se encontraron los restos
de Homo Antecessor y Sima de los Huesos, donde se hallaron los fósiles
del Homo Heidelbergensis.
El bifaz "excalibur" |
Por un lado, de la Gran Dolina
pudimos ver, además de réplicas de algunos restos de Homo
Antecessor, distintos ejemplos de
industria lítica y de fauna del Paleolítico Superior.
Por otro lado, la Sima de
los Huesos podría representar la primera práctica funeraria de este tipo de
homínidos primitivos ya que en ella se encontraron gran cantidad de restos de
humanos que parecían haber sido arrojados intencionadamente, y a “Excalibur”,
un bifaz sin utilizar que podría haber sido arrojado a modo de ofrenda.
En el museo, tuvimos la
oportunidad de ver este bifaz, además de un cráneo casi completo (el cráneo de
Miguelón) y una pelvis de Homo
heidelbergensis apodada ‘’Elvis’’, ambos encontrados en la Sima.
En los yacimientos de la Sierra de Atapuerca también pudimos ver cómo trabajan los paleontólogos
y arqueólogos que han hecho posible los descubrimientos
que pudimos observar en el museo. Allí nos explicaron el gran trabajo que lleva
a estas personas la búsqueda de los fósiles y posteriormente su estudio y datación.
Nos explicaron los distintos métodos de datación que utilizaban y también cómo
habría estado organizado el territorio en la época en la que vivieron nuestros
antepasados así como las condiciones favorables de este territorio, que
hicieron que habitaran en él gran cantidad de especies.
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