viernes, 15 de abril de 2016

BURGOS Y LA EVOLUCIÓN




 Ainhoa Carmona y Alejenadro Blázquez

Con el objetivo de afianzar nuestros conocimientos en el proceso evolutivo humano, los alumnos de PRIN realizamos un viaje a la ciudad de Burgos el pasado 21 de Marzo de 2016 para visitar el Museo de la Evolución Humana y la sierra de Atapuerca y así conocer más de cerca el temario que hemos estudiado a lo largo de nuestro 2º trimestre, que se ha centrado especialmente en la hominización.

Nuestra primera parada fue en el Museo.  Comenzamos la visita adentrándonos en el cerebro humano para después acercarnos al Beagle de Darwin, donde nos explicaron su famosa y revolucionaria teoría de la evolución por selección natural con el objetivo de prepararnos para conocer la historia de nuestros antepasados.


 Así, llegamos a la siguiente parte del museo donde encontramos una serie de representaciones a escala real de los principales homínidos que conforman nuestro árbol evolutivo y que iniciaron el camino hasta lo que hoy en día somos los seres humanos.  

La historia comienza con el Orrorin Tugenensis y el Ardipithecus ramidus en África, que darían paso a los Austrolpithecus, parte de los cuales pudimos ver en “carne y hueso” como por ejemplo Lucy, el fósil de Australopithecus afarensis más famoso. Después de estos, llegaría el género Homo, con una mayor capacidad mental y manual que les permitió salir de los límites del continente africano para ir colonizando el resto del mundo. Dentro de este género pudimos ver también  otras representaciones que van desde el Homo Habilis, hasta el Homo Sapiens, destacando el Homo Antecessor  y  Heidelbergensis, hallados en la Sierra de Atapauerca  y que podrían representar nuestro último antepasado común con los Neandertales y una especie de neandertal primitivo, respectivamente.


Ahora ya podíamos centrarnos en la Sierra de Atapuerca y sus principales yacimientos: Galería,  Gran Dolina, donde se encontraron los restos de Homo Antecessor  y  Sima de los Huesos, donde se hallaron los fósiles del Homo Heidelbergensis.
El bifaz "excalibur"
Por un lado, de la Gran Dolina pudimos ver, además de réplicas de algunos restos  de Homo Antecessor, distintos ejemplos  de industria lítica y de fauna del Paleolítico Superior.  

Por otro lado, la Sima de los Huesos podría representar la primera práctica funeraria de este tipo de homínidos primitivos ya que en ella se encontraron gran cantidad de restos de humanos que parecían haber sido arrojados intencionadamente, y a “Excalibur”, un bifaz sin utilizar que podría haber sido arrojado a modo  de ofrenda.
En el museo, tuvimos la oportunidad de ver este bifaz, además de un cráneo casi completo (el cráneo de Miguelón) y una pelvis de Homo heidelbergensis apodada ‘’Elvis’’, ambos encontrados en la Sima.

 En los yacimientos de la Sierra de Atapuerca  también pudimos ver cómo trabajan los paleontólogos y  arqueólogos que han hecho posible los descubrimientos que pudimos observar en el museo. Allí nos explicaron el gran trabajo que lleva a estas personas la búsqueda de los fósiles y posteriormente su estudio y datación. Nos explicaron los distintos métodos de datación que utilizaban y también cómo habría estado organizado el territorio en la época en la que vivieron nuestros antepasados así como las condiciones favorables de este territorio, que hicieron que habitaran en él gran cantidad de especies.
A pesar del poco tiempo que tuvimos, el viaje fue una experiencia bastante agradable y resultó interesante poder llevar a la práctica todo aquello que habíamos aprendido y ver en vivo y en directo los lugares y fósiles de los que tanto habíamos hablado.

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